Había una vez un lobo que estaba intentando romper un árbol y así poder coger los ratones que vivían dentro y comérselos.
Así que cogió su hacha y empezó a cortar el árbol.
Los ratones, asustados, estaban escondidos en su ratonera pero, el lobo estaba equivocado de árbol y ¡estaba cortando el árbol que no era!.
Los ratones se escaparon y se fueron a casa de sus abuelos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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